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Sanación global mediante la armonía
Hasta ahora hemos analizado diversas energías negativas humanas: plásticos, radiación electromagnética y mentalidad de escasez.
Hoy quiero añadir la de «vivir en una rutina monótona y sin pasión». Leí estas palabras por primera vez en una traducción de la antigua ceremonia egipcia de Ma’at, donde se describía como una carga que podía hacer que nuestros corazones pesaran más que una pluma, impidiéndonos así alcanzar su versión del cielo. Personalmente, veo este paraíso como un lugar interior al que deberíamos aspirar mientras aún estamos en este mundo; por lo tanto, desde esa perspectiva, la monotonía y la tristeza son un obstáculo innegable.
Creo que es justo decir que la recompensa económica no siempre se corresponde con el valor social. Curiosamente, suele ser todo lo contrario. Es casi como si tuviéramos que compensar económicamente a las personas por el alto precio que el trabajo les impone. ¿Acaso sorprende que las enfermedades cardíacas sean tan prevalentes en nuestro mundo?
Nuestros primeros cuatro armónicos han analizado cómo podemos dañar a la Madre Tierra a través de los plásticos, las ondas electromagnéticas a través de la radiación electromagnética, a los demás a través de la mentalidad de escasez y ahora a nosotros mismos al vivir en una monotonía sin pasión. Espero que estos armónicos nos ayuden de alguna manera al reunirnos en torno a ellos con amorosa intención.
Para este mes, la armonía es:
109 287 113 479
Para activar esta armonía en ti y en tu entorno, simplemente léela en voz alta tres veces, o escríbela y llévala contigo, quizás debajo de la almohada. Si lo deseas, puedes añadirla a las tres anteriores.
Tema de este mes: Alineando las partes internas
A menudo reflexiono sobre cómo los humanos logramos tomar decisiones. Si consideramos la amplitud e intensidad de los diálogos internos que solemos tener, debe haber algoritmos internos muy complejos para que podamos llegar a una decisión final.
Cuando conecté con mi intuición, comprendí que cualquier decisión importante involucra a unos 30 miembros diferentes que expresan sus opiniones en un panel interno de toma de decisiones.
Todos los aspectos del ser estarían representados. Nuestra alma abogaría por el camino que ofrezca el mayor crecimiento o la máxima expresión de nuestra esencia. Nuestra mente querría saber cómo podría ayudarnos a controlar el estrés o fortalecer nuestra identidad. Nuestros cuerpos controlan los niveles de energía, la seguridad del proceso y cómo este podría nutrir o agotar nuestra forma física.
Más allá de estos aspectos básicos, entran en juego dinámicas más complejas. ¿Qué pensarían nuestros padres o ancestros? ¿Cuáles son las influencias culturales? ¿Está alineado con nuestras creencias espirituales? ¿Favorece o dificulta la evolución de la humanidad?
Incluso si logramos comprender todas estas sensaciones y opiniones internas, ¿cómo ponderamos cada una y tomamos una decisión final? ¿Son las necesidades de nuestra alma más importantes que las de nuestro cuerpo? ¿Existen necesidades primarias fundamentales que impulsan nuestras decisiones?
Descubrí que nuestros sentidos y opiniones individuales no tienen el mismo peso. Por ejemplo, nuestros instintos de supervivencia pueden ser diez veces más poderosos que los de muchos otros, por lo que la salud y la seguridad son primordiales. Antes de explorar las sutilezas de una situación, necesitamos saber que es fundamentalmente segura.
La procreación también forma parte del instinto de supervivencia, por lo que ese impulso de perpetuar nuestra especie, en algunos de nosotros, puede ser muy profundo. Aunque aún puede ser anulado por una clara alineación con otras partes de nosotros mismos.
Cuando se han reunido todos los sentimientos y opiniones, creo que seguimos la opinión más popular, pero eso facilita el proceso. En muchos sentidos, refleja nuestro sistema político, donde quienes toman las decisiones a menudo cuentan con el respaldo de solo una minoría de la población que gobiernan. Esto resulta agotador para el ser en su totalidad, ya que un alto porcentaje de nuestra esencia va en contra de sus deseos más profundos.
A medida que la vida nos exige decisiones constantes, la falta de alineación con nuestra esencia comienza a manifestarse. Una mayoría ajustada en un área puede ir seguida de una minoría ajustada en otra, lo que conduce a una confusa danza de acciones contradictorias. Sospecho que muchos vivimos así y nos volvemos impredecibles porque nuestros impulsos fundamentales están muy desalineados.
Lo que me lleva a mi punto principal. Estas complejidades nos muestran el valor de realizar nuestro trabajo de sanación interna. Si podemos alinear todo nuestro ser con la claridad de quiénes somos y qué acciones nos benefician más, entonces nuestras vidas pueden ser armoniosas y plenas.
Les deseo lo mejor en ese camino de armonía interior.
Con cariño.
Andrew